Libros de Lauren Dohner

Portada de Laurann Dohner -Mating Heat - Mating Brand-con plantilla.pdf

Laurann Dohner -Mating Heat - Mating Brand-con plantilla.pdf

Autor: ECDLR

Temática: General

Descripción: Página6 —Ven aquí. —Estoy bien donde estoy. —Estás mejor que bien, pero también recuerdo cuán agresiva te pones —Él se rio entre dientes —. Y mientras estoy duro, no quiero tus colmillos haciéndome accidentalmente cualquier piercing. —No voy a morderte. —Cariño, es el único momento del mes en que te crecen los colmillos. Te quiero, pero no me estoy arriesgando. No sería de mucho bien para ti empacado en hielo hasta que sane mañana. Charma hizo un mohín. —Quiero probarte. —Confía en mí. Me encantaría eso también pero no estás realmente con control ahora. ¿Quieres que te enseñe las cicatrices en mi hombro del mes pasado? —Lo siento tanto. —Está bien. No es una queja. Deja de disculparte. Me gusta llevar tus marcas. Ella se sentó. —Podrías poner una cicatriz en mí y me sentiría mejor. Brand se abalanzó, la tumbó sobre su espalda y la inmovilizó debajo de él. —Fue un accidente. No quisiste morderme y yo nunca marcaré tu hermosa piel. Su estado de ánimo se ensombreció. —Lo sé. —Hey —Se acomodó sobre ella hasta que sus narices se tocaron y se miraron a los ojos —. Tú eres la que no quiere aparearse conmigo. Te quiero. Y esa es la única forma en que alguna vez hundiré mis dientes en ti. Ella giró la cabeza para estudiar la pared. Las lágrimas amenazaban con derramarse pero consiguió parpadear la mayoría de ellas de vuelta. —Sabes que no puedo. Podía oler su dolor ya que llenaba la habitación, mezclándose con el suyo, hasta que no pudo detectar cuál de ellos olía con más fuerza. Brand de repente se apartó y se bajó de su

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Portada de la compañera perfecta

la compañera perfecta

Autor: El club de la rosa

Temática: General

Descripción: EL CLUB DE LA ROSA Realmente quería arrancarles la piel y hacerlos sufrir, pero no podía hacerlo porque primero tenía que encargarse del infierno que habían creado. Su mente inmediatamente resumió los hechos evidentes. Los cachorros habían agarrado a esta mujer, intentaron cazarla y ahora se había convertido en su problema. Si él hubiera sabido que ella estaba aquí, nunca habría cambiado. Ahora ella le había visto transformarse y él no tenía ni idea de cómo solucionar este desastre. Él la miró apenado. No quería matarla, pero había visto demasiado. A su padre le daría un ataque si le permitía salir del bosque con vida. Realmente traería el infierno hasta su manada si iba a la policía. Pensándolo bien, probablemente pensarían que estaba como un cencerro si les hablaba sobre los hombres lobo. Se mordió el labio mientras se debatía mentalmente y finalmente decidió que nunca podría matar a una mujer. Se aclaró la garganta, no sabia que decir, pero lo primero era conseguir que bajara del puto árbol. Sabia que si intentaba subir, ella entraría en pánico y se caería. Y no sobreviviría. Ella había logrado ascender lo suficientemente alto, pero las ramas eran muy delgadas y corría el peligro de que su peso las rompiera. -"Puedes bajar. Te prometo que estás a salvo. " Ella se lamió los labios.- "Vete y bajare cuando te hayas ido." Él vaciló y deseo que todo fuera así de simple.- "Te acompañare a tu coche o a donde estuvieras antes de que te atraparan. Te juro que no te haré daño. Me doy cuenta de que estás en shock, pero no nadie te hará daño, siempre y cuando yo esté cerca. " Ella negó con la cabeza y su pelo rojo serpenteó alrededor de su cintura. -"Sólo tienes que irte.¡Fuera! " Eso le sorprendió tanto como le divirtió.- "¿Me dijiste 'Fuera' ?" La mujer vaciló. -"No os he hecho nada a vosotros". La vio girar la cabeza para mirar alrededor de la zona y la rabia volvió instantáneamente al ver el moretón en su mandíbula. Alguien le había golpeado con un puño. Tenía la piel muy pálida y el hecho de que ella parecía ser más pequeña que la mayoría de las humanas, lo empeoraba. Decidió que le daría a los cachorros una paliza de proporciones monumentales cuando pusiera sus manos sobre ellos por lo que habían hecho a la mujer. -"Sé que estás en estado de shock y me doy cuenta de que tienes mucho miedo, pero te juro que ahora estás a salvo. Soy Anton. "Hizo una pausa cuando se dio cuenta de que le había dado su nombre. Mierda.- "Estoy seguro de que esa rama acabara rompiéndose y te caerás. Por favor baja". laurann dohner – serie calor del acoplamiento-02 -La compañera perfecta

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Portada de mate set

mate set

Autor: El club de la rosa

Temática: General

Descripción: que este hombre era bien compensado por ayudarla. El líder rubio se abalanzó sobre Grady y Mika vio con horror como los otros tres hombres le atacaron desde los lados. Ella inmediatamente buscó un arma, sabía que debería ayudar al hombre que había venido a rescatarla. Grady gruñó un segundo antes de que los cuatro hombres cayeran sobre él. Los cinco hombres lucharon entre gruñidos y puñetazos. Mika vio un gran palo a un lado del callejón y corrió a cogerlo. Se inclino, cerro los dedos alrededor de la madera áspera y sucia y lo levantó. Ella se dio la vuelta para enfrentarse a la lucha. Esto es una locura, pensó. Debería salir corriendo. El tipo de pelo negro salió volando y aterrizo de espaldas contra el suelo, a pocos metros de Mika. Él se sentó, negó con la cabeza y gruño, con la mirada clavada en la pelea. Mika levanto el palo como si fuera un bate de béisbol y golpeo con todas sus fuerzas al hijo de puta en la cabeza. El hombre se quejó y cayó hacia adelante. Mika soltó el palo, que se había partido por la mitad y se froto las doloridas manos. El tipo comenzó a moverse de nuevo y trato de levantarse del suelo. Ella se dio la vuelta y vio un cubo metálico lleno de basura. Lo agarró por las asas, levantó la cosa maloliente con un gruñido y lo arrojó contra su espalda. El hijo de puta cayo otra vez contra el suelo y la basura se derramó sobre él. Uno de los hombres rubios gritó y salió volando hacia la pared contra la que la habían inmovilizado. Mika se estremeció cuando él se estrello fuertemente contra ella y cayo al suelo sobre su espalda. El tipo no se movió y pudo ver la sangre en su nariz y boca. Su atención se concentro en los otros tres hombres-lobo que todavía estaban luchando. Él estaba golpeando a uno de los rubios y tenía al otro atrapado entre sus piernas. El hombre atrapado trato de escapar de él, pero no pudo. Grady sabía luchar y tenía controlados a los tipos. Su alivio fue instantáneo, sabía que él estaría bien. Ella miró al hombre en el suelo, el que se había golpeado contra la pared y no se movía. El hombre bajo la papelera gruñía y maldecía mientras apartaba a un lado basura con una mano y con la otra se presionaba la herida sangrante de su cabeza. Dudaba que volviera a la pelea y si lo hacia, no duraría mucho en pie. Mika se dio la vuelta y corrió hacia la calle principal. Bartock estaba bastante muerto a las diez de la noche, así que no le sorprendió el no ver a nadie al doblar la esquina. Siguió corriendo por la acera. Su casa estaba a unas tres manzanas de distancia, dejo de correr cuando pasó junto a un bloque de pisos. Nunca saldría por la noche otra vez. Si quería chocolate, llamaría a su tío Omar para que fuera a buscarlo para ella o sería lo suficientemente inteligente como para comprarlo antes de que oscureciera. Ella respiraba con dificultad y dejo de caminar cuando escucho un ruido detrás de ella. Se volvió y se quedo boquiabierta cuando vio al hombre que la había salvado. Grady caminaba hacia ella y a pesar de que ya no llevaba el jersey y mantenía la cabeza hacia abajo, sabía que era él. Grady levanto la cabeza cuando estaba a menos de diez metros de ella y la miró. Nunca antes había visto unos ojos tan oscuros. Él era muy guapo y atractivo. Y era puramente masculino. Tenía las pestañas negras y una mirada oscura e intensa que le aterrorizo. Nadie tenia los ojos tan negros e inhumanos. Claro que la pelea a la que se había enfrentado, seguramente tenia mucho que ver en ello.¿Por qué está aquí? No estaba segura de querer saber la respuesta. Se miraron el uno al otro. El hombre se movió primero ,dio un paso hacia ella y luego otro. Mika se quedó donde estaba. Si trataba de huir de él, entonces sus instintos le exigirían que la persiguiera. Otra advertencia de su tío Omar. Le alarmó la altura de Grady cuando se detuvo a pocos metros de ella. Ella media un metro sesenta y dos y nunca se había sentido tan bajita en toda su vida. -"Gracias de nuevo por salvarme", dijo en voz baja.

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